La última semana de Junio hicimos un viaje familiar a Marruecos con Marrakech Low Cost y su responsable, Adela. ¡No se puede tener una mejor experiencia!
Después de un año hablando del viaje que no pudimos hacer antes por temas de Covid-19 y asuntos varios, Adela seguía respondiendo a mis solicitudes y dudas con una sonrisa, dedicándome todo el tiempo necesario y feliz de charlar conmigo cuando hiciera falta (o eso al menos parecía que es lo importante).
Por fin lo logramos y desde el minuto uno fue todo perfecto, un reloj suizo. Si señor@, un reloj suizo en Marruecos. ¡Inesperado pero gratamente cierto!
Llegamos al aeropuerto y allí estaba una persona esperando para llevarnos al Riad de Marrakech. Nos dejó en una puerta de la Medina e inmediatamente vino a buscarnos Rabii del Riad Shambala, un encanto que nos llevó las maletas (trajo a su amigo para ayudarle) y nos recibió con un té de menta en el Riad.
La primera imagen maravillosa, un entorno precioso con su piscina interior. Los ojos como platos. Mientras tomábamos el té y descansábamos un poco (hacía calor) nos explicó todo lo que podíamos ver, nos mostró el mapa y se puso a nuestra disposición. Así fue en cada uno de los alojamientos en que estuvimos. Mismo servicio, ¡exquisito!
El desayuno del día siguiente maravilloso, casero y hecho con mucho cariño para que probáramos las delicias locales.
El guía Said ya estaba en el Riad diez minutos antes de la hora, nos acompañó por todo Marrakech y nos explicó todo lo explicable. Un gusto de persona, super culto, sabía todo de su historia y hablaba 6 idiomas.
Tras un par de días en Marrakech fuimos, en un minibus totalmente equipado con su aire acondicionado, y más personas viajeras, maravillosas, de diferentes países con quien hicimos buenas migas, hacia el Atlas. ¡Qué vistas!
Nos alojamos en Dades Atlas, un enclave espectacular entre altas montañas, construido en la propia roca y con una temperatura deliciosa, donde disfrutamos de una rica cena en la terraza con vistas.
Cada visita del camino fue más espectacular, el viaje y la experiencia iba in crescendo.
Todo estaba perfectamente controlado, sabían cuando llegábamos, el conductor del minibus sabía dónde dejarnos a cada pasajero. Cada parada que hicimos estaba pensada al minuto.
¡Espectacular la organización y el servicio! Viven por y para el turismo, te hacen sentir en casa constantemente.
Cada día Adela me escribía para saber de nuestras andanzas y asegurarse de que todo estaba a nuestro gusto.
La llegada al desierto fue simplemente espectacular. ¡Nunca pensé que me impactara tanto!
Nos recibieron en un hotel previamente, con té. Les encanta hacerlo y sienta fenomenal, además de estar muy rico. Nos subimos en los camellos y las maletas llegaron como por arte de magia al campamento. ¡Qué eficacia!
Recibimiento con té, cena bajo las estrellas, servicio espectacular, fiesta típica bereber con tambores y fuego, dormir bajo las estrellas… en fin…
Fez y Chefchaouen maravillosos con inmersión cultural completa ya que coincidió la fiesta del cordero.
No te aburro con los detalles de cada parada, pero si quieres ¡no dudes en preguntarme!
Todos los guías, responsables de los Riad y conductores no pudieron ser más amables, interesantes y profesionales: Ali, Hamza, Amina, Victor, Yousuf, y otros muchos, gracias, nos hicisteis disfrutar de forma única.
Pero, sobre todo, Adela. Lo recordaremos siempre.
Elementos clave en lo referente a Experiencia de Cliente:
- Anticipación a nuestras necesidades: antes de solicitar algo, ya lo habían pensado y era exactamente lo que nos venía bien en ese momento.
- Constante, pero no agobiante: comunicación con la responsable del viaje en España. Soporte 24×7.
Adaptación a nuestros requerimientos. Cualquier cosa que solicitaras y no estuviera ya prevista intentaban cumplirla. Siempre a nuestro servicio para que disfrutáramos como nunca.
¡Esto si que es una EXCELENTE experiencia a cliente! Sin duda os recomendaré y volveré.
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Autor: Sonia Etxebarria – Founder Akuyari.
